01 noviembre 2012

FUDENAS 2012. CRÓNICA DE UNA AVENTURA


Como sabrán, el pasado fin de semana se celebró en Fuerteventura la prueba de MTB Fudenas 2012. Hasta allí nos desplazamos un grupo de miembros del Bayana: Leandro, Isidro, Mariano, Ricardo, Jesús, Oscar y yo (Fernan).

Esta prueba ya había sido superada por algunos de ellos, otros se habían quedado por el camino y otros la afrontábamos por primera vez. La verdad es  que se trataba mas que de superar una prueba deportiva, superar, al menos para mí, los límites que había alcanzado hasta el momento.
El viernes salimos desde La Palma, bien temprano del garaje no se fuera a hacer tarde, buen desespero! Recogemos todo el material y para el aeropuerto. El viaje, unas risas, conociendo a los jinetes. Llegamos a Fuerteventura sin incidencias nos organizamos y a tomar fuerzas, almorzamos la pasta que manda el guión y a recoger los dorsales. Madre mía las colas. Encima los militares ponían una cara cuando decías que ibas a la carrera! Ahí ya empecé a ser consciente del fregado en el que estaba metido.

Llegamos a los apartamentos, armamos las bicis, y comienza la peregrinación de ciclistas a saludar a los clásicos del Bayana y madre mía que patas tiene la gente, afilados, trastornados, hablan hasta en un lenguaje que ni entiendo. Por supuesto, eso me va poniendo en alerta; esto no es que se ponga negro pero se oscurece.

Nos aseamos un poquito y nos vamos a cenar. Todo esto aderezado con risas, historias, batallitas, estrategias de carrera… Hora de dormir, unos más que otros, que a las seis y media según Jesús había que estar en pié para desayunar a las siete.

Día de la carrera, ufffffff. Hay nervios. Desayuno plagado de ciclistas que se miran hasta para ver que lleva el otro en el plato. Nos alimentamos y para la habitación a hacer tiempo hasta las nueve que ponemos rumbo a Baku.

Qué ambientazo! Jamás había visto tanta bicicleta junta. A las nueve menos cuarto se da la salida neutralizada, ahí ya me quedo por detrás del resto, los veo muy eléctricos.

Una vez reagrupados, pistoletazo y salida!!!! Es brutal, una sensación de tensión, emoción y liberación… al fin empieza esta carrera que llevamos tiempo preparando y preparando, la suerte está echada.

La parte inicial bien, todos por delante de mí, pero yo a mi bola. Mucha “costilla de perro” pero siempre una rueda que seguir. Ya pasado un rato me veo a Mariano pinchado, pero sigo, me coge fijo. Así fue y rodamos bastante tiempo juntos, aunque me deja y nos reagrupamos en el segundo avituallamiento.  Pasamos también una zona que llaman el volcán que casi nada, aquello era una sartén. Te asabas, y no daba tregua, varios cayeron delante de mí, pero quiebro y cada uno a lo suyo. Te metes en esa dinámica de pasar del resto porque pasan tantas cosas...

Luego prácticamente juntos hasta Antigua, vaya pechada hubo que subir, pusimos pie en tierra. Y dicen que Fuerteventura es llana.

De ahí en adelante; rodar, rodar, rodar… parecía que los kilómetros no se consumían. Calor, viento en contra… Así llego a una zona entorno al km 80, un llano que parecía un infierno. Tal fue así que dejándolo ya atrás, me encuentro a Ricardo ya sin fuerzas; no me dejó que me parase: “ Fernan, no te pares!!!” y seguí.

Me encuentro con Mariano en el km 100, y le pregunto que qué tal va y me dice: Fernan, qué pregunta es esa? De ahí en adelante, solo. Viendo cadáveres por aquí y por allí. Hasta que por fin se ve el mar, pero casi nada. En lugar de mejorar aquello se pone feo, empiezan unos sube bajas que casi nada. Las piernas fallan, la cabeza se empieza a ir hasta tal punto que entorno al 115 o así, me como la leche del siglo.

La bici me despide y costalazo, me quedo sin aire, intento levantarme pero con la misma al suelo.  Ya iba justísimo para el corte, mis pocas esperanzas por la borda.

Allí no había ni dios, así que me subo en la bici y a ver donde llego. Gracias a un militar palmero que también participaba que me alcanzó  y me acompañó hasta Costa Calma donde ya no pude y me tiré al suelo, estaba sin aire, no podía ni hablar… Así que desde allí en Hammer al control, donde veo a Mariano. Se había quedado fuera por 10 min.

Me meten en la ambulancia y comienza mi otra Fudenas, porque tuve que deshacer lo andado hasta el norte.

A estas alturas, Ricardo había abandonado y a Mariano lo habían parado. Pero Jesús, Oscar, Leandro e Isidro consiguieron culminar la odisea. Enhorabuena chicos, porque ahora sí que sé valorar lo que es acabar algo así.

Ya a la noche reponemos fuerzas y más relajados , unos más que otros, nos contamos lo vivido ese día. La verdad que el domingo estaba sin ganas, pero a día de hoy me queda esa espinita clavada: Tumbaré a la Fudenas???

Desde aquí agradecer a los compañeros de viaje el gran fin de semana que pasamos, el haber estado ahí cuando estuve “jodidillo” y  a Mariano por esperarme en los avituallamientos, da ánimo para seguir. Chicos esto no queda aquí, Fernan no se rinde!!
LEANDRO. 3º MASTER 40. 1º BAYANA
FERNANDO
 OSCAR
 JESÚS
 ISIDRO
RICARDO
 MARIANO

No hay comentarios: